El café goza de muchísimos matices que hacen que su sabor sea único y excepcional. Cotidianamente nos basta con centrarnos en el aroma y el sabor, pero ésta fascinante bebida goza de otras muchas características y hasta existe una tabla para identificar todos los sabores del café.

En este artículo pondremos a tu disposición todas las características e información necesarias para iniciarte en el mundo de la cata del café.

Estas son algunas de las características básicas para analizar un café:

  1. Cuerpo.
  2. Acidez.
  3. Aroma.
  4. Amargura.
  5. Dulzura.
  6. Regusto.

Cuerpo.

Con cuerpo nos referimos a las propiedades físicas del café. El cuerpo no es algo que saboreamos, más bien es la sensación en boca, pero puede influir en el sabor de la bebida.

El cuerpo del café lo determinan los componente insolubles del mismo. Como, moléculas de proteínas, fibras del café y especialmente los aceites.

El procesado del café, los tipos de elaboración, los filtros y otros muchos factores, hacen que el café tenga más o menos cuerpo. Ciertas variedades del café son más propensas a disponer de más  o menos cuerpo.

Acidez.

Es uno de los aspectos más complicados de describir. Si bien éste atributo es uno de los más fascinantes, es también uno de los más polémicos.

La acidez de un café puede adoptar muchas formas y afecta al sabor y aroma. La acidez puede ser la intensidad de un café. Un café sin intensidad no tiene acidez o es muy baja.

Durante el proceso de tueste se puede potenciar o disminuir la intensidad de un café. Debemos recordar que, en el proceso de tueste  no se pueden crear sabores que el café no posea ya.

Un tueste oscuro potencia sabores amargos y tostados, mientras que uno más suave, desarrolla un tono más dulce.

Los expertos en café afirman que tostar oscuro sin causar amargor es un arte.

Aroma.

Esta característica es el olor del café. El aroma del café se puede percibir al oler una taza de café, al oler directamente los granos de café tostados o tras beber una taza de café.

El aroma al igual que las demás características se puede acentuar o variar durante el proceso de tostado. Alguno de los términos más representativos del aroma son:

  • Afrutado.
  • Tostado.
  • Caramelo.
  • Cereal.
  • Goma.
  • Fermentado.
  • Terroso.
  • Ácido.
  • Amargo.

Los cafés de la variedad arábica, se caracterizan por tener un aroma dulce, afrutado, y sutil. Es un aroma agradable y equilibrado.

Los cafés robusta se caracterizan por la intensidad, es un olor característico, con toques terrosos y muy intenso.

Amargura.

Hay que matizar que un café amargo no quiere decir que sea malo, es más, un café sin amargor, puede ser demasiado dulce o intenso. La clave de un buen café es el equilibrio.

La gran mayoría de gente está acostumbrada a tomar café demasiado amargo, en detrimento de otros aspectos como la acidez o la dulzura.

El amargor también depende en gran medida del tueste. Los cafés de tueste suave suelen ser menos amargos y los cafés oscuros por el contrario, tienen mayor concentración de amargor.

Que un café sea más o menos amargo no quiere decir que sea mejor o peor, esta característica es subjetiva, por lo que un café oscuro puede gustarte a tí y a otra persona no.

Dulzura.

Los catadores definen la dulzura de un café, como la intensidad de las cualidades azucaradas del mismo.

La variedad de café arábica tiene casi el doble de componentes azucarados que la variedad robusta. Esta diferencia se da por la altura a que se encuentra el café y al proceso de maduración. Cuanto más lentamente maduran las cerezas del café mayor contenido de azúcar tendrán.

Durante el proceso de tostado, el azúcar se carameliza. Un tostado más largo implica que el azúcar se destruya y que el caramelo que se forma sea más amargo.

Es por esto que los cafés oscuros o de tostados más largos suelen ser más amargos que los que reciben un tostado más suave.

Regusto

Para acabar tenemos el regusto, que es ese sabor que permanece en la boca tras beber una taza de café.

Normalmente en un café podemos encontrar regustos de caramelo, chocolate, tostados, ahumados e incluso afrutados.

 

Ahora que ya conoces las principales características del sabor del café te toca poner a prueba estos conocimientos y degustar un espresso perfecto.